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Los efectos de las disfunciones del auxilio ajeno en la constitución del aparato psíquico “Solo no puedo”

Dra. Amoroso, Sandra

Lic. Giullo, Marta

Dra. Ostojic, Indra

Objetivo 

La intención de ésta monografía es presentar cierta fundamentación sobre la significación  de algunas características del otro que sostiene, el del auxilio ajeno, ofrecido – como lo presenta Freud en el “Proyecto de …” -Pag(362-363) por un sujeto experimentado, en su interacción con la cría humana en los comienzos del funcionamiento mental.

Primero: ¿Si solo no puedo, qué pasa con las características del otro de la crianza que le otorga a esa cría condiciones de posibilidad?.

Segundo: ¿Qué fallos de este auxilio ajeno podemos “objetivar”?.

Nos referiremos, al respecto, al estudio de M. Khan sobre el trauma acumulativo porque fundamenta la noción de cierto tipo de trauma y cierto tipo de fallo desde el punto de vista del psicoanálisis, y lo articularemos con el tercer punto, donde vamos a señalar algunas deformaciones de la actividad del yo y de la constitución psíquica originadas a nuestro entender en estas deficiencias del auxilio ajeno.

En las bases de la propuesta del seminario está presente el artículo de Análisis terminable e interminable de Freud y, en particular a lo que se refiere el autor con respecto de las alteraciones del yo para mantener a la luz del pensamiento psicoanalítico actual este elemento central en las zonas de las patologías, llamadas actuales.

Por ejemplo: distorsiones como escisiones, desgarros y formas de simbiosis, replegamiento y sobreadaptación.

 

Desarrollo:

Vamos a  rastrear lo anteriormente descrito también, a través de  autores como Winicott, A. Green, Laplanche y Maleval, entre otros, porque creemos que se encuentran  evidencias de conexiones entre ciertas fallas y ciertos efectos de distorsión en la constitución psíquica temprana, presentando para ello una selección de pasajes de estos autores.

Creemos llegar a la conclusión, una vez más, de que “solo no se puede”.

Freud, en el “Proyecto de…” señala la función de ese sujeto experimentado que respondiendo adecuadamente preserva la experiencia de satisfacción y la actividad que ese yo incipiente no estaría en condiciones de asegurarla sin esa presencia (nos estamos refiriendo al otro que sostiene como sujeto experimentado, entendido, dijimos, como auxilio ajeno).

Seleccionamos la siguiente cita porque la encontramos condensada y convincente para los objetivos de esta monografía: A E 1 Pág- (362-363)”Una cancelación del estímulo sólo es posible mediante una intervención que elimine por un tiempo en el interior del cuerpo el desprendimiento ( desligazón) de Qn, y ella exige una alteración en el mundo exterior( provisión de alimento, acercamiento del objeto sexual) que como acción específica, sólo se puede producir por caminos definidos. El organismo humano es al comienzo incapaz de llevar a cabo la acción específica. Esta sobreviene mediante auxilio ajeno: por la descarga sobre el camino de  la alteración interior (berreo), un individuo experimentado advierte el estado del niño. Esta vía de descarga cobra así la función secundaria, importante en extremo, del entendimiento, y el inicial desvalimiento del ser humano es la fuente primordial de todos los motivos morales.

Si el individuo auxiliador ha operado el trabajo de la acción específica en el mundo exterior en lugar del individuo desvalido, éste es capaz de consumar sin más en el interior de su cuerpo la operación requerida para cancelar el estímulo endógeno. El todo constituye entonces una vivencia de satisfacción que tiene las mas hondas consecuencias para el desarrollo de las funciones en el individuo.”

 Sabemos que esa cría humana no es puro sistema neurobiológico. En aquel estado inicial de la experiencia de satisfacción sabemos que aparece ese otro que responde al berreo, y que todavía no es registrado como alguien para la cría, porque no cuenta con las condiciones mínimas para ese registro. Pero sí está en condiciones de atesorar la huella que deja ese “algo/ alguien” que pone el pezón-mamadera, alguien vivo, que no es sólo alimento. Queda registrado como una doble huella en esa experiencia de satisfacción: huella de placer y, experiencia de satisfacción de la necesidad. Y esto sucede cuando el sujeto experimentado cumple adecuadamente su función en ese contexto.

Las características de este otro de la crianza son de definitiva importancia para entender, las singularidades del destino de esa inicial materia percipiente como la llama Freud, la que empujada por la pulsión a trabajar, da lugar a algo singular, único y específico que se llama actividad de representación .

Pero, esto no está asegurado de por sí, sabemos que no sucede en forma autónoma; se produce- como queremos destacar- cuando hay otro que puede hablarle a esa cría, otro que la sostenga y, diríamos, que  le desee que sea “alguien”. Un desconocido a conocer, una futura criatura mirada con curiosidad por ojos que ven.

Veamos lo que dice J.C.Maleval respecto de varios otros aspectos esenciales involucrados en ese interjuego entre la cría que sola no puede, y el otro encarnado en la madre que desea bebe.

 En su libro Pág:(156-157) “ Locuras histéricas y psicosis disociativas ” J.C.Maleval dice –al respecto- “En la escena ejemplar del espejo el niño no está solo.” Lo que se manipula– escribe Lacan- en el triunfo de la asunción de la imagen del cuerpo en el espejo, es” ese objeto”,el mas evanescente que solo aparece al margen: el intercambio de las miradas ,manifiesto en que el niño se vuelve hacia aquel que de alguna manera lo asiste, aunque más no fuera en cuanto asiste a su juego

Nos llamó la atención, en esta cita, referida al estadio del espejo el énfasis puesto por Maleval en “aquel” que de alguna manera lo asiste.

 Hemos elegido a M.Khan, también porque encontramos que su concepto sobre trauma acumulativo  es de gran utilidad para tratar de pormenorizar en las fallas del auxilio ajeno, también llamado por Freud escudo de protección antiestímulo.

En su libro “La intimidad del sí mismo”(pág.52), dice: “El niño en cuidado tiene como protector contra las excitaciones a la madre que lo cuida. Esta es una situación singularmente humana, en el sentido de que esta dependencia infantil dura mucho más tiempo que en cualquier otra especie conocida (Hartmann l939), y de este prolongado período de dependencia el niño emerge como un organismo más altamente diferenciado e independiente vis-a-vis su entorno”. “El trauma acumulativo es el resultado de las fisuras en  el rol de la madre como protección contra las excitaciones a lo largo del curso total del desarrollo del niño” . Esta es una frase clave en el pensamiento de Masud khan

Como dijimos, la referencia a Masud Khan y a su concepto de trauma acumulativo es un fuerte anclaje para nuestra investigación de las fallas del otro experimentado. Según el autor  el accionar de éste debe ser  activo, atento y adaptado a la singularidad de la situación, evitando fisuras en este rol .

Si los conflictos personales maternos se introducen interfiriendo esta eficacia, el resultado sería, entre otros, un cambio o distorsión del rol protector contra las excitaciones. Por ejemplo: la madre deprimida, o afectada por patología grave, como la describe A. Green en “La madre muerta”. Cómo reaccionará cada niño ante éstos fracasos, depende de la naturaleza, intensidad ,duración y repetición del fallo/trauma de ese otro de la crianza, y de la serie complementaria de esta dupla.

Khan(pag:61) propone al respecto: “La interacción madre e hijo puede tener algunos o todos los efectos descriptos a continuación:

1-… Lleva a un desarrollo del yo prematuro y selectivo. Algunas de las funciones autónomas emergentes aceleran el crecimiento y se utilizan en la acción defensiva para afrontar los impactos displacientes. (Jones l960, Winnicott, l949).

2-…. Puede empezar a organizar una sensibilidad especial hacia el estado de ánimo de la madre que creará un desequilibrio en la integración  de impulsos agresivos (Winnicott, l948, Sperling, l950).”

Pensamos que a  esta altura tenemos algunas evidencias que permiten relacionar este estado de cosas, también con algunas modalidades  de sobreadaptación y de escisión.

Más adelante nos sigue diciendo:

 3-… “El compromiso de funciones precoces con la respuesta confabulada de la madre va en contra de la consecución en el desarrollo de un “yo coherente”(Freud, l920) y de un sí mismo diferenciados y separados. Esto a su vez, lleva a una disociación a través de la que , por un lado, se explota un vínculo de dependencia arcaico y, por otro ,se impone una independencia acelerada.”

-En la clínica esto se vería, por ejemplo, en personalidades narcisistas, o falso self, entre otras.-

4-… Como consecuencia posterior, la desilusión que pertenece a la separación  de la madre, propia de la maduración, se desvía y se manipula una unidad identificativa falsa (Searles, l962). De ésta forma, en lugar de desilusión y duelo, se establece una actitud del yo de preocupación por la madre y un anhelo excesivo de preocupación por parte de la madre. Esta preocupación es bastante diferente de la preocupación que pertenece al ataque pulsional sádico en la madre y los subsiguientes sentimientos de culpa (Klein, 1932)._ Suponemos que la traducción es incorrecta ya que la autora habla de un sentimiento de culpa en el niño por los ataques sádicos a la madre, a diferencia de lo expresado aquí.- Ésta preocupación es un interés del yo y ocupa el lugar de una auténtica catexis del objeto.(Winnicott 1948).

Nuestra propuesta se afianza ante las afirmaciones de este autor cuando, enfocando esta cuestión, dice: (Pág.64) “La criatura humana está bien dotada para luchar con las vicisitudes de sus tensiones internas y ambientales. Lo importante para nosotros es poder identificar en el proceso clínico los efectos que esta lucha ha dejado y cómo ha moldeado el carácter adulto.”(Greenacre, l954; l960b; Lichtenstein, l961; Khan, pp 208-233)

Vemos destacado, en esta cita, “ los efectos que esta lucha ha dejado…” en función de la propuesta de esta monografía

También Winnicott, en su libro “ El proceso de maduración en el niño”Capitulo integración del ego en el desarrollo del niño (Pág:65-67) es absolutamente convincente al respecto: “El término ego puede utilizarse para describir la parte de la personalidad humana en crecimiento que , dadas unas condiciones favorables, queda integrada en una unidad”.(Pero…)“…Si el ego es fuerte o débil depende de la madre de la que se trate y de su capacidad para satisfacer la dependencia absoluta de su criatura al principio, en la fase en que la criatura todavía no ha separado a la madre de su personalidad…” (Veamos que…). “La madre satisfactoria o buena es aquella que es capaz de hacer frente a las necesidades de su criatura al principio, y hacerlo tan bien que la criatura, al tener lugar su salida de la matriz de la relación madre-criatura, es capaz de vivir una breve experiencia de omnipotencia”.

Llama nuestra atención la claridad que aporta la descripción que D. Winnicott hace con su lenguaje de esta situación tempranísima que estamos enfocando, destacando también la cuestión de la “breve experiencia de omnipotencia”.Tema que fue trabajado en el seminario.

 “….En la etapa que estamos estudiando- señala D.Winnicott,- refiriéndose claramente a la función del sujeto experimentado- es necesario pensar en el bebe no como persona que siente hambre, y cuyos impulsos instintivos pueden ser satisfechos o frustrados, sino que debemos considerarlo un ser inmaduro que en todo momento se halla al borde de una angustia inconcebible. Esta angustia inconcebible es mantenida a raya por la importantísima función que la madre desempeña en esta fase: su capacidad para ponerse en el lugar del bebe y saber cuáles son sus necesidades dentro del gobierno general del cuerpo y, por ende, de la persona. El amor, en esta fase, sólo puede demostrarse en términos de cuidados corporales…”.(Destacamos este párrafo, además porque  coincide con estos otros cuatro autores:  A. Green, Masud Khan, Laplanche, y con la intención prioritaria  y con nuestra reflexión que es el eje de esta monografía ).

A continuación deseamos transcribir brevemente la descripción de Winnicott sobre aquello que, según él, constituye la materia prima de las angustias psicóticas, y de lo que, él llama angustia inconcebible:

“…La angustia inconcebible presenta solamente unas cuantas variantes, cada una de las cuales constituye la clave de un aspecto determinado del crecimiento normal:

1-Deshacerse.

2-Caer para siempre.

3-No tener relación alguna con el cuerpo.

4-Carecer de orientación.”

Winnicott se está refiriendo aquí, a angustias de tipo psicóticas que  pueden presentarse en personalidades no psicóticas, en determinadas circunstancias relacionadas con traumas.

Por otra parte, podemos decir que en la clínica, en el campo de la transferencia, los pacientes presentan evidencias de los efectos de las experiencias vividas en aquellos primerísimos tiempos . Al respecto Winnicott señala: “El ego de la criatura está haciendo –esta expresión nos evoca la idea de Freud respecto del yo de placer purificado- acopio de  fuerza y, por consiguiente ,acercándose a un estado en que las exigencias del ello serán percibidas como parte del ser en lugar de serlo como factores ambientales. Al producirse ésta evolución, la satisfacción del ello se convierte en importantísimo reforzador del ego, o del ser verdadero, sin embargo las excitaciones del ello pueden resultar traumáticas cuando el ego no está todavía capacitado para absorberlas, ni para dar cabida a los riesgos que traen consigo y a las frustraciones que se experimentan en tanto no se haga realidad la satisfacción del ello”

Lo vemos en la llamada 30, al pie de página en “ Pulsiones y Destinos de pulsión” (Pag.129) destaca de manera clara la necesidad que tiene ese bebe de una adaptación adecuada del auxilio ajeno para poder hacer su trabajo. Este trabajo lo entendemos como actividad de representación, que este yo incipiente tiene que hacer sin preocuparse de la realidad externa. Esa cría tiene que trabajar en paz para organizar las experiencias de placer y de dolor y generar un estado tal que, le permita mantener investido al yo. Ese estado de yo primitivo real requiere que el yo no se vea obligado a ninguna otra maniobra, ninguna otra actividad, ninguna otra interferencia, para mantenerse y para producir las primeras representaciones. Si esto no ocurre la cría intenta sostener a esa madre insuficiente porque si no corre peligro su propia vida, su yo.

Mas adelante nos encontramos con que Winnicott dice. “…El gesto del niño da expresión a un impulso espontáneo, la fuente del gesto es el ser verdadero, por lo que el gesto indica la existencia de un ser verdadero en potencia. Es preciso que veamos de qué manera responde la madre a ésta omnipotencia infantil revelada por el gesto .( o por un agrupamiento sensorio motor)Aquí, el autor enlaza el ser verdadero con el gesto espontáneo. Además destaca: En éste período de desarrollo del individuo la fusión de la movilidad y de los elementos eróticos se halla en proceso de constitución.”

Anteriormente vimos que Winnicott ,-cuando se refería a esa madre  que se adapta a los requerimientos de la cría y responde a la omnipotencia de ese niño-, denomina a ese otro, madre buena.

Y éste concepto se contrapone con lo que él llama madre no buena, la que es  incapaz de cumplir con las necesidades de supervivencia del bebe. Este otro deja así de responder al gesto espontáneo, y su necesidad de auxilio, calificado de deseo, colocando en su lugar su propio modo de ser, y de ésta forma a la cría le queda una sola posibilidad : acatar.o “Amoldarse a”.

Esto daría lugar a que ese bebe deba someterse, y generar así, una deformación, un ser falso.

Winnicott cuando nos habla,  de madre buena o madre no buena, y así está señalando, a nuestro entender, que estamos en presencia de un sujeto que, como otro de la crianza, puede o no cumplir con la función de auxilio ajeno. Sería o no ese sujeto experimentado del que habla Freud. El hijo de la madre no suficientemente buena  puede hacer algo tan sorprendente -con tal de ser mirado-, como  traicionarse a sí mismo,.buscando acomodarse al dolor y pagará “cómodo” ese precio –el del masoquismo-, para mantener la imagen de sí en aquella mirada que así logra captar, y sin la cual el sujeto es solo un montón de experiencias que no logran cohesionarse en un yo que le de “voz” a esa criatura, la que, en ese estado, sólo puede decir: “ sufro pero existo”, porque solo no puedo.

Sabemos que cuando hablamos de la mirada, no nos estamos refiriendo sólo a una mirada, o sólo a los ojos que miran. Es lo que acompaña a esa mirada, es esa madre, y esos ojos del deseo de esa madre, ahí.

Lacan comenta, al respecto que los ojos no son ojos porque los miras, sino que son ojos porque te ven.

 

Conclusión:

 Sostenemos que éste tipo de exploración teórica y metapsicológica amplía, aún más, la relevancia absoluta del otro en la constitución psíquica, en la visualización de las patologías tempranas, y en los fenómenos de transferencia para  su acceso clínico, para las construcciones y en relación con trauma acumulativo y alteraciones del yo, en consonancia con las ideas de Freud en “Análisis terminable e interminable”, cuestión básica de este seminario.

En cuanto a nuestra tarea clínica con estas patologías, que hemos rastreado hasta las fallas del auxilio ajeno y el trauma acumulativo, (en estos primerísimos tiempos), nos hemos encontrado con nuevos nexos respecto de las patologías graves. Con este tipo de analizados, nos vemos, además, en la necesidad de pensar en la modificación del encuadre tradicional.

En este tipo de patologías –según Raquel Zak de Goldstein en “Encuadre y Analizabilidad”-, el encuadre es móvil. El analista tiene que estar dispuesto, aún más, a la escucha, en posición neutra, obviamente, en posición tercero, de esta manera, algo desacomodado se acomodaría respecto de los daños tempranos. Por ejemplo: escisiones, y el trabajo de recuperación del recuerdo y el trabajo de construcción se facilita. Así como, también, algo de movilidad de los efectos de aquellos fallos de la función del otro, tema central que venimos fundamentando en esta monografía, en estas patologías graves, en donde hubo excesivo dolor y tendencia a la desobjetalización. Afecto, vivencia y palabra se entramarán lentamente.

Estamos convencidas de acuerdo a lo rastreado hasta aquí de la importancia del otro, sujeto experimentado, para el desarrollo del psiquismo infantil.

Bibliografía:

1)Freud,S.(1950[1895])” Proyecto de psicología.”Obras completas.Buenos Aires, Amorrortu editores .Tomo I

2)Freud, S.(1937) “ Análisis terminable e interminable”. Obras completas. Buenos Aires, Amorrortu editores. Tomo XXIII.

3)Freud,S(1915)” Pulsiones y destinos de pulsión” ( Llamada 30) Obras completas. Buenos Aires, Amorrortu editores.Tomo XIV.

4)Green, A(1986) “Narcisismo de vida,narcisismo de muerte”Capitulo 6” La madre muerta” Amorrortu editores.

5)Khan,M “ La intimidad del sí mismo” Editorial Editorial Saltés Madrid 1974/77.

6)Laplanche, J “ Las prioridades del otro en psicoanálisis” Amorrortu editores.( 1996)

7)Maleval, J ” Locuras histéricas y psicosis disociativas “Editorial Paidos(1987)

8)Zak de Golstein, Raquel” Encuadre y analizabilidad” “ Consideraciones acerca del Encuadre en la Práctica Clínica Actual” 2007.

9) Winnicott, D (1975) “ El proceso de maduración en el niño” Editorial Laia, S.A

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