Prof. Nuchi Perrone
La Orientación Vocacional es un campo interdisciplinario, nuclea a Psicopedagogos, Psicólogos y otros profesionales. Tiene dos vertientes: la Psicológica: personas que se plantean dudas, crisis en sus proyectos de vida estudiantil – laboral y la Pedagógica: personas que necesitan informarse sobre datos de la realidad ocupacional y educacional, aprender a hacer proyectos y ponerlos en práctica, (elegir, imaginar, decidir).
La Orientación Vocacional no es un dictamen, ni un estudio psicológico del cual se desprendan resultados, ni un consejo a prescripción de tipo médico o mágico. Es un “proceso” en el cual los orientados reflexionan sobre su problemática y se van preparando para elaborar su proyecto vocacional.
Cuando se dice “proceso” es porque no son una serie de clases, sino que es un recorrido que moviliza al orientado para conocer y conocerse. Conocer la realidad y llegar a tomar decisiones reflexivas y de mayor autonomía. El núcleo estará entonces en el orientado más que en el orientador o en las técnicas que éste pueda implementar.
Este proceso comienza ya desde antes del nacimiento, “quiero tener una nena, para que sea la compañera de mamá”, “me gustaría tener un varón para que continúe con el negocio”, etc. Así sin darse cuenta, el grupo familiar va preparando espacios, juguetes, experiencias, con la esperanza que se cumplan sus deseos. A todo esto es lo que llamamos “novela familiar”, y que pueden a llegar a ser tanto positivas como negativas.
En este proceso de Orientación vocacional muchos padres deben renunciar a alguna meta pensada por ellos, para su hijo, y muchos hijos deben luchar contra el sentimiento de “frustrar” el ideal de sus padres. Las novelas del pasado deben ser interpretadas adecuadamente para que no presionen el futuro, pero esto requiere la elaboración de culpas, agresiones, reproches, si no es así, la elección dependerá de conflictos no resueltos. Especialmente, en el adolescente el conflicto está en poder ser un individuo, que sin dejar de pertenecer a su familia se lo reconozca como miembro aunque su elección sea una opción diferente al ideal de los otros. El joven en el momento de realizar su elección necesita que lo ayuden a conocerse y reconocerse, es decir, descubrir como es, como piensa, cuales son sus verdaderos intereses, potencialidades y recursos, identificarse con los que verdaderamente le gusta o le gustaría hacer. Ya que poder elegir tiene que ver con el autoconocimiento, con cuanto esfuerzo están dispuestos a dar de sí mismo en post de un objetivo que hoy se presenta lejano.
Por lo tanto este proceso brinda al orientado:
- Seguridad; sobre lo que vienen pensando en relación a su proyecto de vida y para realizar la elección a pesar de las dificultades que se puedan presentar en el contexto ya sea familiar o social.
- Apoyo: para conectarse con el mundo estudiantil y laboral conociendo las posibilidades que éste ofrece, brindando esclarecimiento sobre sus aptitudes y actitudes frente a la elección.
